La computación sin servidor es un modelo de nube que permite a los desarrolladores crear aplicaciones sin administrar infraestructura, ofreciendo beneficios como eficiencia de costos y escalabilidad, pero planteando desafíos como control limitado y posibles problemas de rendimiento. Plataformas como AWS Lambda demuestran la capacidad de las arquitecturas sin servidor en el desarrollo moderno de aplicaciones, permitiendo que las funciones se ejecuten en respuesta a eventos sin la gestión de servidores.